martes, 24 de febrero de 2009

Los Kurdos: Un pueblo en busqueda de soberanía

Los Kurdos, un pueblo que busca soberanía


Un Estado sin nación
Irak es un territorio configurado por vía de un acuerdo secreto que Francia e Inglaterra produjeron durante la primera guerra mundial. Ese acuerdo estableció las fronteras de la mayoría de los países que hoy se encuentran en la Península Arábica. Una vez derrotado el Imperio Otomano, Francia retuvo control sobre lo que hoy es Siria y el Líbano; la Gran Bretaña mantuvo el control sobre Palestina y ciertas ciudades y puertos del Golfo Pérsico. Turquía, Irak, Arabia Saudita y otros territorios surgieron casi como resultado de la geometría con que se dibujaron las líneas sobre el papel en que trazaron los mapas.
La resultante ha sido una sociedad dividida en tribus que se deslindan por vertientes religiosas. Estas tres tribus (Chiítas, Sunitas y kurdos) están divididas en clanes y estos a su vez en familias. Para colmo, etnias que se odian han sido forzadas a convivir compartiendo territorios y gobiernos que las oprimen.
Irán o Persia, como se le conocía en la antigüedad, no es un país árabe. No obstante, la región occidental de Irán está poblada por Chiítas, Musulmanes de tendencia más radical que han sido perseguidos y oprimidos en Irak por la minoría Sunita. Irak ganó la guerra pero el botín fue nulo debido a la resistencia feroz que presentó Irán. La carnicería desatada contra Irán fue entonces dirigida contra los Chiítas iraquíes del sur y los kurdos del norte de Irak. Contra los Kurdos Sadám Hussein desató una campaña de exterminio en venganza por haberse rebelado.


El pueblo kurdo es un pueblo indoeuropeo que habita una región montañosa, Kurdistan, del suroeste de Asia. Los kurdos son en su mayoría, musulmanes ortodoxos.
Alrededor del 45% vive en Turquía, el 30% vive en Irán, el 20% vive en Irak y el 5% vive en Siria. Son aproximadamente 25 millones de personas que habitan desde hace 700 años el Kurdistán, cuya extensión es de 550.000 km².
Al final de la Primera Guerra Mundial, en la que apoyaron a los aliados contra el imperio otomano, los kurdos lograron por medio del Tratado de Sevres la independencia de Kurdistán.
Sin embargo, éste nunca se ratificó y fue sustituido por el Tratado de Lausana, que omitió, por diversos intereses, aquella promesa y el territorio que, históricamente le pertenecía,fue repartido entre Turquía, Irak, Irán y Siria.
Hechos de la historia moderna kurda
• 1261: llegaron a la zona, comenzando el exterminio de los asirios.
• Tratado de Sevres, 10 de agosto de 1920. Establecía que se formase Kurdistán, un estado independiente que comprendiese la Anatolia suroriental (al sur del lago Van) y la región de Mosul, pero todo quedó en la nada por diferencias tribales y por el rechazo del líder nacionalista turco Kemal Ataturk. En este período los partidos kurdos se dividieron en dos direcciones: la de mantener su autonomía en Turquía y los que optaban por la independencia.
• 1945-1948: los kurdos piden ante la ONU la independencia de su estado.
• 1945: se funda la República Independiente de Mahabad (Irán), de un año de duración.
• 1961-1970: revuelta kurda en Irak.
• 1970: los kurdos logran el dominio de una región autónoma.
• 1975-1991: guerra entre kurdos e Irak
• 1978: Abdullah Öcalan funda el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
• Años 1980: las guerrillas kurdas apoyadas por la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) y con base en Siria, Irak e Irán realizaron centenares de sangrientas incursiones durante la década de 1980 en el sureste de Turquía.
• 1984: el PKK desencadena una guerra abierta contra Turquía
• 1991: tras la Guerra del Golfo, varias facciones kurdas se levantan contra Irak.
• 1992: fracciones kurdas iraquíes constituyen un Gobierno.
• 12 de abril de 1995: parlamento Kurdo en el Exilio, se celebró en La Haya.
Ankara relajó a regañadientes las restricciones concernientes a la cultura kurda.
• Octubre 1998: Siria deja de apoyar a PKK.
• Marzo de 1999: es secuestrado en Kenia el líder kurdo Abdullah Öcalan. Juzgado por alta traición y asesinato, Öcalan fue condenado a muerte, pero la sentencia está actualmente apelada ante el Tribunal de Justicia Europeo.
• 2002: fin de las actividades del PKK (Partido separatista kurdo de Turquía).

Personajes kurdos que se han destacado en la historia
• Saladino (1138-1193) o Salah al-Din Yusuf-al-Ayyubi. Hijo de Ayyub, gobernador de Tikrit, y sobrino de Shirkuh, lugarteniente de Nur al-Din, señor de Siria (1146-1174). Shirkuh se hizo con el control del Califato Fatimí de Egipto (1169) en una campaña militar costeada por Nur al-Din y el mismo año fue heredado por Saladino a la muerte de su tío. Disolvió el Califato de El Cairo (1171) y, proclamado Sultán de Egipto, entró en disputa con Nur al-Din, su señor. A la muerte de Nur al-Din (1174) se hizo con el poder en Siria, al norte hasta Armenia, al oeste Mosul y el Kurdistán (1186), y con gran parte de los Estados Cruzados (1187). El Sultán kurdo, líder del estado más poderoso de Oriente, fallece en Damasco.


HISTORIA



HISTORIA DEL KURDISTÁN
“La nación kurda ha existido desde hace treinta siglos en Kurdistán. Los kurdos, cuya lengua es de origen indoeuropeo, se remontan a los medas que derrotaron a los asirios en el año 612 a.C., para fundar un imperio que, a su vez, fue vencido por los persas en el año 550 a.C. Desde entonces, el pueblo kurdo ha vivido bajo la dominación extranjera o bajo la opresión del feudalismo. Saladín, quien luchó contra los cruzados, era kurdo. En la Edad Media, los kurdos vivieron en relativa libertad bajo el reinado de sus soberanos y príncipes. Con el surgimiento del Imperio Otomano y la creciente rivalidad con el Imperio Persa, el Kurdistán se convirtió en una zona estratégicamente importante. Aunque los otomanos incorporaron al principado kurdo en 1639, los feudos kurdos fueron virtualmente autónomos durante el Imperio Otomano hasta comienzos del siglo XIX. Sin embargo, la interferencia otomana en los asuntos de los principados kurdos, causaron tales resentimientos que provocaron levantamientos que estallaron durante ese periodo. Dichas rebeliones, que se llevaron a cabo para liberar al Kurdistán del yugo otomano en 1806, 1831, 1842, 1855 y 1880, fueron derrotadas porque el tribalismo que prevaleció durante esa época impidió que se creara una conciencia nacional en el pueblo kurdo.

En 1908, los Unionistas Turcos o Jóvenes Turcos tomaron el poder comprometiéndose a dar igualdad de derechos a las minorías kurda, albana, armenia y griega bajo el Imperio Otomano. Promesas que fueron incumplidas con el cierre de las escuelas y asociaciones que no fueran turcas. Los Jóvenes Turcos representaban una nueva clase social dominante cuya revolución se concretó en Mustafá Kemal. El Pan-turquismo o Pan-turianismo, ideología racista y chovinista de la nueva clase dominante, pretendía unir a los turcos sobre la base de someter a toda Asia Central. En 1914, los unionistas decidieron exterminar a todas las nacionalidades no turcas para materializar su sueño Pan-turiano. De hecho, durante la Primera Guerra Mundial, más de un millón de armenios y miles de griegos fueron asesinados con ese fin. Una de las razones principales de las masacres contra armenios y griegos era el interés de la clase dominante turca de apropiarse del control del comercio en manos de los mercaderes cristianos que actuaban como comerciantes en nombre del capitalismo occidental.

En los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, el pueblo kurdo tuvo su mejor oportunidad para instaurar su propio Estado Nacional. El ejército otomano estaba desintegrado y los unionistas estaban en desbandada. Tres cuartos del territorio turco estaba ocupado por las fuerzas inglesas, francesas y griegas. Existían diversas organizaciones kurdas, pero las serias diferencias entre tradicionalistas y modernistas, el atraso general y la incompetencia del liderazgo kurdo, los llevó a la derrota. Para entonces, se organizó un levantamiento en la región occidental del Kurdistán que logró liberar un área importante alrededor de Kotchgiri. A pesar de ello, el movimiento se quedó aislado sin extenderse al resto del Kurdistán, siendo vencido por las tropas kemalistas en marzo de 1921.

Al liberar a Turquía de los ejércitos ocupantes en 1922, los kemalistas, liderados por Mustafá Kemal, convirtieron la liquidación de otras nacionalidades en una ciencia. Se declaró una política genocida contra las nacionalidades no turcas con religión cristiana o islámica, que prácticamente fueron exterminadas expulsándolas previamente de las tierras que habitaron durante milenios, para concentrarse contra los Laz, los Circacianos, y por supuesto, los Kurdos. Se impulsó una política de asimilación para destruir sus idiomas, sus culturas, sus tradiciones y sus costumbres. Por ello, afirmamos que destruir la cultura y el idioma de un pueblo, es también un genocidio, tan terrible como el genocidio físico de exterminación. Muestra clara de ello fueron las consignas chovinistas que enarbolaban afirmando: Un turco equivale al mundo. Cuán feliz es quien se dice turco. Estas consignas dejaron ver que quienes no fueran turcos, no tenían lugar en Turquía. Esta política fue particularmente bien articulada por el Primer Ministro Ismet Inonu, quien exclamaba: "Solamente los turcos en esta nación pueden elegir derechos étnicos y nacionales. Nadie más tiene ningún otro derecho". Aunque el Ministro de Justicia Mahmut Esat Bozkurt no se quedó atrás al arengar en un mitin en 1930 que: "Vivimos en un país llamado Turquía, la nación más libre del mundo. Como su representante, siento que puedo expresar mis convicciones reales sin reserva. Los turcos deber ser los únicos dueños y señores en este país. Aquellos que no son de origen turco puro, tienen sólo un derecho en Turquía: el de ser sirvientes y esclavos". Lo anterior explica la razón por la cual Hitler y Mussolini admiraban a Kemal. Kemal, quien prometió a los kurdos igualdad de derechos durante la Guerra de Independencia Turca, en el momento que requería el apoyo de los kurdos contra los ejércitos ocupantes se olvidó de sus promesas respondiendo con la prohibición del uso del idioma kurdo de la utilización de la palabra Kurdistán en 1925. Estos hechos provocaron el estallido de una insurrección que fue derrotada en dos meses, y los dirigentes fueron ahorcados en Diyarbakir. Cientos de poblados kurdos fueron arrasados, miles de hombres, mujeres y niños indefensos fueron masacrados y cientos de miles de kurdos fueron expulsados al occidente de Turquía donde miles murieron congelados en el camino a las montañas Taurus. Hasta 1938 con la derrota de la rebelión de Dersim -una zona montañosa del noroeste del Kurdistán- hubo insurrecciones en todo el Kurdistán. Éstas fracasaron debido a la falta de un liderazgo y a la influencia del tribalismo, que los kemalistas explotaron hábilmente, dividiendo a los kurdos y enfrentándolos entre sí.

Tras la derrota de la resistencia kurda, los seguidores de Kemal ocuparon y colonizaron el Kurdistán. Esta colonización continúa en la actualidad a pesar del fin del sistema colonial en otras partes del mundo. La colonización y opresión de que han sido objeto los kurdos, refuta la tesis kemalista que afirma que su movimiento dirigió la primera lucha de liberación nacional anticolonialista que abría camino para las naciones oprimidas. Más aún, de acuerdo a la ideología kemalista oficial, en Turquía los kurdos no existen.

Después de la última derrota de la resistencia del pueblo kurdo, el colonialismo turco inauguró un sistema de asimilación basado en la educación militarizada. Se construyeron escuelas en las áreas más remotas del Kurdistán, donde los niños kurdos fueron educados, o mejor dicho, adoctrinados en las ideas kemalistas, haciéndoles olvidar su origen kurdo y diciéndoles que como turcos se sentirían orgullosos de pertenecer a una raza superior. Los niños continúan siendo educados para negar sus raíces kurdas. De ahí que en los años 70 el pueblo kurdo, especialmente en las ciudades, encuentran más fácil comunicarse en turco, ya que hablar kurdo está estrictamente prohibido en las escuelas y en las oficinas públicas. Hablar kurdo implica por lo menos, recibir insultos de los oficiales militares. Por ello, el PKK libra una lucha basada en los valores de su pueblo y la defensa de su idioma. Su objetivo es contribuir a construir un estado nacional moderno que acabe con los remanentes del sistema feudal que ha sobrevivido desde la Edad Media. Éste es el estado secular contemporáneo que pretende perpetuar un sistema anacrónico y conservar las redes de un orden religioso oscurantista, que ha mantenido al pueblo kurdo en la ignorancia durante siglos.

SÍNTESIS-HISTÓRICA

El Kurdistán está situado en la estratégica parte septentrional de Medio Oriente, cuyas alturas se extienden hasta los ríos Tigris y Eufrates. Los kurdos son los descendientes del pueblo indoeuropeo que habitó la región desde hace cuatro siglos: los Medas. El idioma kurdo está dividido en tres principales dialectos que tienen gran similitud con el farsi y las lenguas indoeuropeas: el kurmanji, el sorani y el zaza. El Kurdistán ha sido ocupado desde el s. VII a.C. por los imperios persa, macedonio, romano, armenio y bizantino. En el s. VII d.C. bajo el impacto de las invasiones árabes, la mayoría de la población kurda se convirtió al Islam sunita. En el s. XI los turcos Seljug, originarios de Asia Central, conquistaron la mayor parte de lo que hoy es la región este de Turquía incluyendo la zona del Kurdistán. Predominantemente nómada, el pueblo kurdo mantuvo cierta independencia bajo el liderazgo de sus propios señores feudales hasta el s. XVI, cuando el territorio se repartió entre los imperios Otomano (turco) y Savafavid (persa). Aunque los sultanes otomanos obligaron a pagar impuestos a la población kurda y reclutaron a su juventud al servicio militar, no interfirieron en su cultura y sus tradiciones islámicas. Durante este periodo, algunos líderes tribales kurdos mantuvieron vivas sus aspiraciones tratando de obtener su independencia política. Después de la derrota de los turcos en la Primera Guerra Mundial, los aliados occidentales se adueñaron del Imperio Otomano. El Tratado de Sevres de 1920, estableció el reconocimiento de un Estado Kurdo Independiente que debía asentarse en la región norte de Kurdistán (Turquía). Sin embargo, la autodeterminación del pueblo kurdo fue ignorada por el Tratado de Lausana de 1923 que da origen a la creación de la República Turca. Gran Bretaña y Francia efectuaron la partición de Kurdistán entre sus protectorados iraquí y sirio y la recién instaurada Turquía. La parte oriental del Kurdistán se mantuvo como parte de la Persia pro-occidental. Desde la perspectiva occidental, Turquía y Persia fueron vistos como estados-tapón contra la Rusia bolchevique, mientras que económicamente, Gran Bretaña tenía acceso a los campos petroleros del sur de Kurdistán. En Turquía desde la instauración de la república fundada por Mustafá Kemal Ataturk hasta hoy, a los kurdos les está prohibido ejercer cualquier derecho que exprese su propia identidad cultural.

LOS PARTIDOS POLÍTICOS
La imposición de las reglas de poder han cerrado y silenciado la acción de los partidos políticos que se oponen a la solución militar del conflicto kurdo, que se ha cobrado ya más de 30.000 vidas en las dos últimas décadas. En particular contra los partidos que, con el apoyo de la mayoría de la población kurda, han dirigido su lucha democrática dentro del marco de la legalidad. Estos partidos caminan en un campo minado compuesto por la Corte de Seguridad del Estado, surgida del Golpe Militar de 1980, los Cuerpos Especiales, las Guardias Rurales y por el propio parlamento actual que, no sólo han impedido cumplir su cometido, sino que pretenden hacerlos desaparecer. Como resultado de este primitivismo político, el Partido de la Labor del Pueblo (HEP), que enarbolaba una solución pacífica y que representaba las legítimas reivindicaciones del pueblo kurdo, fue clausurado. Inmediatamente después, se fundó el Partido de la Democracia (DEP), que continuó siendo objeto de las mismas arbitrariedades. El dirigente nacional, así como los diputados y miembros de la dirección del partido, fueron objeto de ataques armados en los que resultaron muertos algunos de ellos. La sede nacional del partido, así como sus oficinas estatales y de distrito, fueron bombardeadas. La destrucción total de la infraestructura del partido impidió continuar con su participación en los debates que se llevaron a cabo en el parlamento. El DEP finalmente fue clausurado y expulsados del parlamento sus 13 representantes. Con el desmantelamiento del DEP, se crea el Partido de la Democracia del Pueblo (HADEP), teniendo que enfrentarse a múltiples obstáculos legales y materiales. Finalmente, el HADEP logró superar todos los impedimentos al obtener el 50 % de la votación total de la población en la zona este del país, colocándose como la primera fuerza electoral en la región. El sorprendente éxito del HADEP, que incrementó la votación obtenida con anterioridad por el DEP, convulsionó al gobierno turco. Durante el congreso del HADEP realizado el 23 de junio de 1996, al que asistieron miles de personas, se llevó a cabo un acto de provocación. La reunión estaba presidida por una bandera de la República Turca que fue arriada hasta el suelo por un grupo de desconocidos enmascarados. Este hecho fue presenciado por el Delegado Gubernamental, el Comisionado Estatal y por decenas de guardias de seguridad. A pesar de los esfuerzos desplegados por los organizadores del congreso para volver a izar la bandera a la altura en que estaba colocada, esto no fue posible. Este acto fue hecho con la clara intención de utilizarlo contra el partido. La realidad es que frente a la opinión pública está claro que los mismos procedimientos utilizados contra el DEP son ahora usados contra el HADEP. Anteriormente el DEP fue acusado de ser una organización criminal y sus miembros llevados a la Corte de Seguridad del Estado. Ahora toca el turno al HADEP. El presidente y sus militantes, también son acusados de traidores a la nación por plantear públicamente ante el parlamento la necesidad de encontrar una solución política a la Cuestión Kurda. Son acusados de separatistas y terroristas.
Como consecuencia de esta campaña, el caso que originalmente debía ser ventilado en un tribunal, una vez más, como en el pasado, pasó a la Corte de Seguridad del Estado. Los argumentos por irrisorios, dan cuenta de la forma en que el gobierno aborda el tema del reconocimiento de una realidad de 20 millones de habitantes, que reivindican su derecho a existir y de ejercer su legítimo derecho a expresar su identidad cultural. En Turquía existen 154 leyes que prohiben cualquier manifestación de la identidad cultural kurda, que van desde la prohibición de la palabra Kurdistán, la edición de cualquier material escrito, auditivo o visual en el idioma kurdo o que se refiera a los kurdos. Existe una lista de "nombres turcos autorizados" en los registros civiles para impedir que los niños lleven nombres kurdos, los nombres originales de la geografía, pueblos y ciudades del Kurdistán han cambiado por nombres turcos. De lo que se trata es de borrar las raíces históricas de un pueblo que tiene tras de sí 40 siglos de existencia.
Como resultado de los procedimientos para ilegalizar a los partidos políticos, la Corte de Seguridad del Estado ha sentenciado a Leyla Zana, Orghan Dogan, Selim saddak y Hatip Dicle, parlamentarios y dirigentes del DEP, a 15 años de prisión por denunciar las atrocidades perpretadas contra la población civil, llevar ante el parlamento la discusión sobre la solución pacífica del conflicto, dirigirse al parlamente en su propio idioma planteando la fraternidad turco-kurda y, en el caso de Leyla Zana, vestir los colores nacionales kurdos: rojo, verde y amarillo. Todos ellos fueron acusados de atentar contra la integridad nacional turca.

LA CUESTIÓN KURDA Y LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
La flagrante violación de los derechos humanos contra la población kurda denunciada por múltiples organizaciones internacionales defensoras de los Derechos Humanos, entre las que se encuentran Amnistía Internacional y los informes presentados ante la Comisión de Derechos Humanos y la Subcomisión sobre la prevención de la Discriminación y Protección de las Minorías de la ONU, diversas instancias internacionales como la Organización de Seguridad y Cooperación Europea, el Parlamente Europeo, el Consejo de Europa y la Internacional Socialista, han exhortado al gobierno de Turquía a:
* Liberar de inmediato a todos los prisioneros de conciencia.
* Levantar las restricciones de libertad de expresión, tanto a los ciudadanos turcos, como a los kurdos para ejercer sus derechos políticos y culturales.
* Permitir el acceso de la Cruz Roja Internacional y otras organizaciones humanitarias al sudeste de Turquía, para dar apoyo a las víctimas de la guerra.
* Liberar de inmediato a los miembros del parlamento turco presos, acusados de Alta Traición por el delito de ser kurdos y defender los derechos de la población kurda ante el parlamento.
* Levantar el Estado de Emergencia que prevalece en la región del Kurdistán, en reconocimiento a la voluntad expresada por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que declaró un cese al fuego unilateral, para entablar un diálogo que permita llevar a cabo negociaciones para encontrar una solución política al conflicto. Llevar a cavo reformas legales que incluyan la abolición del artículo 8 de la Ley Antiterrorista de 1991, que establece que todas las formas de propaganda escrita u oral, incluyendo reuniones, manifestaciones o marchas que atenten contra la integridad territorial o nacional de la República Turca, quedan proscritas. Cualquier violación a este artículo, implicará una sentencia de 2 a 5 años de prisión y una multa de 50 a 100 millones de liras turcas. (Ley Antiterrorista Nr. 3713, Art. 8).
La Asamblea de la Unión Europea en su sesión del 24 de mayo de 1995, establece en torno a la Cuestión Kurda que: "Si no se resuelve adecuadamente la otorgación de los derechos culturales de los kurdos mediante alguna forma de autonomía política y administrativa que no afecte a la integridad territorial de Turquía, el conflicto continuará amenazando la seguridad turca, y limita las posibilidades de contar con un balance en las políticas de seguridad y defensa que le permitan integrarse en las estructuras intergubernamentales y supranacionales de la Unión Europea
El movimiento kurdo en su conjunto no pretende separar a Turquía de Europa, aspira a encontrar una solución política al conflicto, que permita a los quince millones de habitantes kurdos, ejercer su legitimo derecho a preservar su identidad cultural dentro de los limites de las fronteras turcas reconocidas y dentro de los marcos de legalidad internacional. El reconocimiento de sus derechos inalienables permitirá, además, contribuir al proceso de democratización del país y a garantizar la estabilidad y la seguridad internacionales en la región.”

La búsqueda kurda por la soberanía

El problema del pueblo Iraquí, esta marcado por tratarse del conflicto del respeto de los derechos humanos, más bien del irrespeto del mismo, por parte de los gobiernos en el mundo.

Es paradójico que, en el marco de un mundo globalizado, en vía de desarrollar un modelo de nuevo derecho, más atractivo y conocido como neoconstitucionalismo, existan gobiernos que se nieguen a respetar los derechos sociales y fundamentales, en detrimento de la comunidad y saciando los más mezquinos intereses económicos; es decir, que la transición entre ese constitucionalismo clásico y el neoconstitucionalismo moderno, se ve oscurecido por la dictadura y la estulticia de varios gobiernos del mundo, que insistieron y siguen tercos, en fundamentar las democracias autoritarias, contraponiéndolas a las democracias deliberativas.

Los gobiernos autoritarios, tienen como norma de conducta el limitar las más básicas libertades públicas, así como los derechos fundamentales principalísimos (Derecho a la libertad de expresión, derecho a la integridad personal, derecho a la intimidad, derecho al debido proceso, derecho a no ser torturado, derecho a la vida, entre otros).

En este contexto, el pueblo kurdo sufrió bajo el régimen de Saddam Hussein un genocidio brutal y que exterminó a gran parte de su población.
En este contexto, ¿Cómo evaluar, o reflexionar sobre un Estado como el de Irak, donde existen nacionalidades culturalmente fragmentadas, como son los Chiítas, sunitas y kurdos y que fuera de esto, tiene la ocupación imperialista de los Estados Unidos y otras potencias mundiales, así como la persecución turca de antaño? ¿Qué derecho de cada comunidad de estas debe primar, la tradición religiosa de unos o el derecho de autodeterminación sobre ciertos territorios de los kurdos? ¿Cuál será el papel del consenso, o de la independencia, en Estados federados, en el marco de la intromisión trasnacional?

Históricamente el desprecio por la diferencia ha existido siempre y ha permitido el derramamiento injustificado de sangre y los genocidios consigo.

En América Latina, hemos sido testigos de las luchas indígenas para ser reconocidas, y a raíz de esto, estos grupos, tienen reivindicaciones y derechos tan importantes (especiales) como son los derechos colectivos. ¿Qué sucede cuando se desconocen estos derechos?
Como consecuencia de esta vulneración, tenemos procesos dolorosos de guerras civiles. Por eso las divisiones nacionales, deben tender al consenso, pero, ¿Qué sucede cuando las contradicciones son demasiado antagónicas? En este caso, como pasa con los kurdos, no queda más remedio que la independencia.




¿Tienen derecho los kurdos a la autodeterminación, la independencia y al reconocimiento de su soberanía?

Desde Erbil (Capital regional de los kurdos iraquíes) hasta Kirkuk, los kurdos, tiene, no sólo derecho a esto, sino también a territorios y campos petroleros que, por estar bajo su jurisdicción, les pertenecen.

Estas ciudades, históricas, y que los kurdos llaman Nuestro Jerusalén, marcan una clara tendencia a la diferenciación. Este territorio, el de kurdistán, es mucho más occidentalizado, las mujeres no usan el tradicional velo y se habla tanto el kurdo como el inglés y otros idiomas, pero en el hedor y en el entorno, se lleva la dura carga de la guerra.

Con la guerra del golfo pérsico de 1991, millones de kurdos han gozado de cierta autonomía en la región del Estado de Irak, conocida como Kurdistán, por allí andan los peshmerga (ejercito kurdo, significa, los que caminan hacia la muerte) garantizando la soberanía.

Institucionalmente manejan una democracia presidencialista y tienen elecciones, así se describe en la revista National Geographic:

“...Los kurdos han realizado elecciones en toda la región, crearon un cuerpo legislativo y eligieron un presidente, con lo que establecieron un mundo apartado de Bagdad: un Estado independiente de facto. Por primera vez en su larga historia, los kurdos ejercen un poder político significativo, al negociar con éxito el control de sus fuerzas militares y la autoridad sobre los nuevos descubrimientos petroleros en su propio terreno. Con el Irak confederado que pide la comunidad internacional, ellos (los kurdos) tendrían poderes autónomos –o incluso mayores- a los que ahora disfrutan.” y más adelante agregan, “…Pero al final, la realidad kurda actual es que no pueden renunciar al sueño de una independencia absoluta. Luego de 14 años de autogobierno, los kurdos ya no pueden imaginarse a sí mismos como iraquíes. Viajar por el kurdistán es seguir un intenso debate nacional cuyo punto central ya son los pros y los contras de una separación total de Irak, sino cuál será la mejor manera de lograrla. Llegué (el periodista-columnista-corresponsal en Irak para National Geographic , Frank Viviano) a pensar que era un debate entre constructores y guerreros.

La independencia total y la soberanía kurda tienen tras su historia, hechos, ya vetustos de vejámenes sin parangón; por ejemplo, en los tiempos de Saddam Hussein, durante la infame campaña de Anfal, que fue particularmente brutal, durante febrero y septiembre de 1988, el ejercito iraquí destruyó miles de territorios kurdos y asesinó a 100 mil personas, y esto apenas como preámbulo a la larga historia de genocidios en este país.

Reflejo de estos acontecimientos de violencia es el atraso y la pobreza generalizada, tal cual como se menciona en la revista ya referida:

“La ciudad está rodeada por una colección de barriadas pobres, llenas de refugiados de fuera de la zona protegida, donde aún vive una tercera parte de los kurdos de Irak.
En lo que alguna vez fue un barrio residencial junto al mercado central de Erbil, se está levantando una plaza comercial de 600 mil metros cuadrados: el proyecto del Centro de la Ciudad. Sus arquitectos prevén 6 mil tiendas y otros negocios en el complejo de mil millones de dólares, que incluirá cuatro torres de oficinas de 30 pisos.
Sin embargo, si se rasca en la superficie del auge de las edificaciones en Kurdistán, es obvio que la prosperidad es sólo una chapa. Además de la construcción, Kurdistán prácticamente no tiene industria. De 1996 a 2003, el dinero fluyó a la región como parte del controvertido programa de la ONU Petróleo por alimentos, que le permitió a Irak exportar petróleo y comprar harina, arroz, leche y otros comestibles básicos. Pero ese dinero se ha agotado. Mientras tanto, el programa atrofió la agricultura de la región, que en otro momento fue saludable: No había razón para que los agricultores kurdos siguieran cultivando trigo para competir con el regalado.
Los expatriados kurdos que regresaron a su hogar después de la caída de Saddam son, sin duda, una fuerza que incentiva la modernización. Todos los meses llegan cientos, con maletas llenas de euros, dólares y libras, junto con hábitos, actitudes, modas y conocimientos extranjeros que adquirieron durante el exilio”

La situación de los kurdos, sumamente grave en cuestión de autodeterminación de los pueblos y de soberanía, se desenvuelve bajo una serie de abusos e intromisiones, entre ellas, la persecución turca y el intervencionismo Norteamericano.
Consecuencias del intervencionismo gringo en Kurdistán

Kirkuk, una de las ciudades más emblemáticas de Kurdistán ha sufrido un embate contundente del intervencionismo norteamericano, empezando porque el alcalde de esta ciudad, que fue nombrado por los Estados Unidos de Norteamérica.

Kirkuk, es una ciudad en ruinas, pese al millón de personas que viven allí. Muchos ciudadanos tienen una fe ciega en los Estados Unidos, como si estos fuesen los adalides de la democracia y el progreso, cuando la verdad, es que la crisis iraquí, se debe a la tiranía de Saddam, pero también a las tropelías gringas.

La declinación y negación de Alá, la resistencia insólita de varios lustros, ante la sumisión, frente a los ojos de todos los pueblos de Irak. Desde los desiertos y ciudades, desde las montañas, que se contemplan en los ojos de lo inaudito, que se pertrecha en los rostros de la ocupación, en los leves pulgares de los niños Kurdos, quienes constreñidos, en sus dolorosos cuerpos, tienen las huellas de la infamia.

La invasión a Irak, por parte de los Estados Unidos, hace ya más de tres años, se desencadena con una serie de competencias económicas entre las superpotencias del mundo y de sus más hondos y ambiciosos intereses.
Naciones como Francia (Cuyo actual presidente, Nicolás Sarkozy, derrotó en segunda vuelta a S. Royale, de ideas socialistas, el nuevo mandatario francés es de tendencia conservadora y con una política internacional dirigida en el mismo sentido, donde se esperan agravamientos de la situación en medio oriente, así, como desafíos. Apenas, un día después de su posesión, convido a las mujeres islámicas a no usar el tradicional velo). Ya redes terroristas islámicas anuncian posibles atentados terroristas, arguyendo el tono desafiante del presidente recién elegido, lo cual coloca a Francia y su política a seguir en un protagonista fundamental de lo que sucederá en Irak. A continuación tocaremos el tema de el Estado frances y cual ha sido su papel en la ocupación Iraquí.

Otras potencias, que tienen que ver en todos este asunto, son Alemania y por supuesto, como era de esperarse, una invasión que se fragua, bajo el apoyo irrestricto del auspicioso Tony Blair (Premier inglés) y del gobierno británico, quien da claras muestras de cómo defender su soberanía, irrespetando la de otros pueblos.

Cuando se empezó a dilucidar la invasión a Irak, bajo los bruñidos esfuerzos del secretario de Estado de Los Estados Unidos de Norteamérica de entonces, el beligerante señor Donald Rumsfeld, quien en su momento habló de la vieja Europa, haciendo alusión a Alemania y Francia, quienes tenían reparos hacia la guerra, por supuesto no por filantropía, sino por delimitados y contundentes negocios en Irak. Como veremos más adelante, ya existían delimitados intereses que pasarían a denotar lo que sería conocido por el mundo como la oposición a la intervención militar en Irak.
Obviamente, el señor Rumsfeld, a aquellos que sirvieron de espoliques gringos, no tuvo empacho de darles el calificativo de la nueva Europa, haciendo alarde de una diplomacia de basurero.

Pero lejos de esas insulsas apreciaciones hay una realidad de fondo que muestra la verdad, Alemania por ejemplo, contemporáneamente es la tercera economía mundial, y la Francia que ya no tiene nada del ancien regime, tiene un producto interno bruto superior, comparado al español, Polaco, portugués, eslovaco, búlgaro y checo.

Los kurdos, perdidos de todas estas perspectivas de la macroeconomía mundial, y en su afán de nuevos héroes y creyendo en los estadounidenses como solución ignoran, por ejemplo, que Francia en los años setenta y ochenta eran los segundos pilares económicos de Irak, solamente siendo sobrepasados por la Unión Soviética.

Las relaciones entre Francia e Irak, introdujeron un prospero comercio, buena inyección de capital y ayuda bélica.
Los francés, vendieron a Saddam, armas que fueron útiles en la guerra contra Irán a la par, que los herederos de Napoleón y Robespierre, junto con sus agentes bancarios y financieros, apoyaban irrestrictamente las ejecutorias iraquíes.

Años atrás, desde el arco del triunfo, se fraguó todo el entramado nuclear de Bagdad. Este paquete, contaba con entrenamiento militar personalizado a técnicos de Saddam, tiempos en el que, el presidente Jaques Chirac. se apersonaba directamente de los complejos de energía nuclear.

Desde ese entonces, Francia viene arguyendo tácticas para refinar y finalmente adueñarse del petróleo iraquí y discerniendo elementos para eliminar las contravenciones económicas contra el país del medio oriente, todo bajo el inteligente fin de retomar un status económico, del que gozará allí, como queda someramente demostrado en este artículo.
De esta manera, los galos, buscan un impulso autónomo de empresas de otras potencias, como los ingleses y norteamericanos, que tienen en control buena parte de la producción del Estado de Irak, lo que incluye a los kurdos. Francia, necesitada de la apertura de mercados, en Irak, para ampliar sus fuentes energéticas, no obstante, Estados Unidos y sus ambiciones imperiales, truncan estos planes de expansión del comercio.

En Rusia, las cosas, son bien similares. Pues desde la década del sesenta, la extinta Unión Soviética, era un socio principalísimo de Irak, en lo bélico y beligerante, en cuanto al petróleo, que tanto anhelan los gringos, era de poder de los social imperialistas soviéticos. No obstante, los rusos modernos, no han cambiado su posición y han intercedido a favor de no sanciones contra Irak.

En Alemania, la historia, no es muy distinta, a lo que hemos descrito aquí, pues aunque en apariencia no existe relación entre el Estado alemán y el Estado iraquí, esto es apenas un sofisma de distracción, pues sus no relaciones con Irak, no son tal, por ende, entran en juego, cuestiones como el euro, tan aparentemente alejado del medio oriente, pero que influye directamente en las relaciones entre ambos Estados.

Alemania piensa superar con el euro, las divisas con relación al dólar; como es lógico, después de la vigencia del euro, los iraquíes, empezaron a recibir los pagos en esta moneda, lo mismo piensan hacer Irak y Arabia Saudita.
Un euro en alza, obviamente tiene graves repercusiones en Estados Unidos, pues se pierde su monopolio, en cuanto a la moneda predominante en el mundo. Es decir, que el interés alemán en medio oriente, radica en el fortalecimiento del euro en este continente, y por eso, no observa con agrado el monopolio gringo en la producción y precio del petróleo.

Otro Estado que no comparte simpatía con la invasión a Irak, por parte de Estados Unidos, es la China, pues por la suscripción de contratos con Bagdad en cuestiones petroleras y sabiendo bien, que no puede fiarse de un país con quien históricamente ha tenido confrontaciones serias.

El asunto de los Kurdos, frente a este panorama, y sus deseos, al igual que los de la comunidad internacional democrática, abogan por un Irak confederado, con independencia de sus territorios, se va complicando, en la medida en que Irak continua en guerra con el imperio estadounidense, quien se ve maniatado a una posible derrota, que podría ser más escandalosa y de repercusiones internacionales más interesantes, que la misma que se vivió en Vietnam. Esta derrota, no sería tan catastrófica sólo en lo militar, sino además frente a la veracidad de los Estados Unidos, en cuanto a su legitimidad, de cara a los organismos y comunidad internacional.

La dialéctica de la invasión a Irak, se justifica en una serie de falacias, muy sonadas, como son: la supuesta existencia de armas de destrucción masiva en Irak, que como quedo demostrado hasta la saciedad, no existen, como tampoco son reales, los supuestos lazos de Bagdad y de quienes tumbaron las torres gemelas, estos sujetos, se encuentran es en Afganistán, son quienes ordenaron los ataques perpetuados el 11 de septiembre del 2001 (episodios ocurridos en Wall Street Cente de Nueva york en los Estados Unidos de Norteamérica).

Estos sofismas, se quedarán allí, en la magia mentirosa del gobierno gringo, con lo que se le hace el quite y se tapan los ojos del Consejo de Seguridad de la ONU.

Del desenvolvimiento de estas consecuencias, sin duda, dependerá el futuro de los kurdos, de aquellos que desde Erbil hasta Kirkuk, reclaman autonomía y, yendo más allá, aparejado a esto, también piden tranquilidad y justicia.

Cuando las maulas apariciones y viejos monstruos y denuestos se vuelven historia no grata, recordamos que existen muchos más pueblos en el mundo, que los que conocemos, que están ahí, pese a ser objeto del olvido, y que se ven vulnerados y extinguidos como producto de la maldad de los seres humanos. Si algo queremos, que quede de este escrito, es que pueblos como los Kurdos, entre otros, sufren con las invasiones coloniales y, a veces, pesa más el olvido y la indiferencia que la invasión misma, pues una cosa es cómplice de la otra, recuérdese que nuestro gobierno, nada dijo sobre la invasión al país musulmán de quien hemos escrito durante este pequeño recorrido.

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